Hoy ha sido mi último día en la isla de Margarita después de cinco años viviendo en ella, no es que no regresaré, sé que si, el detalle está que no se cuando.
Por ahora estoy próxima a comenzar otra carrera, buscar trabajo y firmar el contrato con la editorial para así poder publicar mi libro.
He colocado en mi nick del facebook "En el barco leyendo nunca renuncies a tus sueños de Augusto Cury, mientras la brisa acaricia mi cara y tengo de techo el cielo". Sí, exactamente así estaba, el sol opaco la brisa y me dio sudor, tengo mi puesto en la parte techada del barco pero quise esta vez salir del ruido encerrado y escuchar el de la naturaleza.
Voy rodeada de mucho azul de diferentes tonos que se mezclan con blanco, el de las nubes y el de las olas, desfilan aves de color blanco con negro y gris en este mes de carnaval.
Cada cierto tiempo observo islas que luego van quedando atrás con un sentimiento inmenso como el mar y lo ven mis ojos, compartí mucho con ellas. La isla de Coche me dio el compartir fines de semana con mis amigos, bebiendo, cantando galerones, bailando tambor en la playa, me dio risas y un recuerdo mas en mi vida.Cubagua me entregó el contacto con la vida marina, esos tantos metros que no recuerdo exactamente pero esta entre seis u ochos los alucinaron mis ojos, mi mente me iba repasando en la cabeza el método de respiración para no ser culpable de mi propia muerte.
No soy masoquista (si así lo quieren llamar) bajo este sol, suben personas que al rato bajan y otras se quedan y así van pasando las horas de esta travesía, yo los miro, fotografías al lado de la bandera de Venezuela que nos acompaña, hasta yo me he tomado varias
Confieso que los pies me vienen picando desde la salida, ya que la música de fondo ha sido salsa y para bailar, esta, quien les escribe, sus pies parecieran que están inyectados por bebida energética, puede amanecer y sigue bailando siempre que el repertorio sea bueno.
Mientras estoy escribiendo las personas pasan a mi lado y me ven como si estuviera loca o pagando una penitencia, pero no puedo decirle a mis pensamientos mas tarde escribimos o a mis ganas y necesidad de contar algo, la verdad no puedo, es en el momento luego no será igual.
Yo no le voy a pintar todo de color rosa o de su color favorito, la isla de Margarita es muy bella lo que la ensucia cada vez más, tanto a ella como a toda mi Venezuela es este gobierno donde hasta los presos tienen sueldo (y no es mentira) y yo tengo un título y no tengo trabajo, por ende no tengo dinero, pero si tengo buenos valores y bien formados donde en eso aplaudo a mis padres.